La accesibilidad es una de las prioridades de la Unión Europea, sin embargo, muchos países miembros se están quedando atrás en la puesta en marcha de prácticas accesibles, no solo en el ámbito de la accesibilidad física, sino también, y sobre todo, en el ámbito de la accesibilidad cognitiva. Un estudio de habilidades de adultos realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) muestra que, en promedio, el 49% de la población de 16 a 65 años en los 24 países y regiones que participaron en el estudio no tiene el nivel deseable de habilidades de alfabetización (OCDE, 2013). La alfabetización se define en este estudio como «la capacidad de comprender, evaluar, usar y comprometerse con textos escritos para participar en la sociedad, alcanzar los objetivos individuales y desarrollar el conocimiento y el potencial» (OCDE, 2013, página 64).
Vivimos en una sociedad que está experimentando cambios muy rápidos y cuyos datos son cada vez más complejos de comprender (nuevas tecnologías, calentamiento global, cuestiones geopolíticas, etc.). Por lo tanto, una comunicación clara y eficaz es más necesaria que nunca para «traducir» la complejidad del mundo a una lengua que pueda ser entendida por todos los ciudadanos europeos.
Una de las formas de promover la comprensión y el acceso al conocimiento y la información para todos es a través de un lenguaje simplificado. Esta es una forma de escribir que tiene como objetivo utilizar el lenguaje cotidiano para dirigirse a todos. El lenguaje simplificado propone reglas lingüísticas (oraciones cortas, vocabulario apropiado) y reglas para presentar información. El lenguaje claro también alienta a los escritores a identificar quiénes son sus lectores, para que puedan adaptarse a sus necesidades. La conferencia «Escritura clara para Europa 2023», que tuvo lugar el 23 de mayo de 2023 en Bruselas, ilustra el deseo de Europa de pensar en simplificar el lenguaje utilizado en las administraciones de sus Estados miembros para permitir que todos los ciudadanos de la UE participen más plenamente en la vida democrática. La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad incluye un lenguaje simplificado en su definición de comunicación. Por último, otros países han liderado el camino y continúan haciéndolo, como Nueva Zelanda, que recientemente aprobó una legislación para garantizar que los documentos y páginas web del sector público se comuniquen en un lenguaje simplificado.
Con el desarrollo de la inteligencia artificial, existen soluciones tecnológicas para masificar el uso del lenguaje simplificado, del mismo modo que las nuevas herramientas de traducción contribuyen a la internacionalización de recursos e intercambios. Estas herramientas ofrecen una perspectiva real de un gran progreso a medio plazo hacia la inclusión de todos los ciudadanos en la sociedad, al apoyar a los profesionales en la producción y evaluación de contenidos escritos que sean accesibles a todos en sustancia.
El proyecto europeo Text it Easy, financiado por el programa Erasmus+, tiene como objetivo difundir un lenguaje simplificado, utilizando herramientas basadas en la inteligencia artificial, en todos los sectores profesionales, en primer lugar, el sector de la educación obligatoria y la formación profesional, con el fin de mejorar el acceso a la información y la comunicación para todos los ciudadanos y promover así su inclusión y participación en la sociedad. El sector de la educación y la formación profesional está en el centro del aprendizaje permanente y del desarrollo de prácticas profesionales. Integrar y defender las prácticas a favor de la accesibilidad universal permite cumplir un doble objetivo:
-> integrar mejor a los alumnos con necesidades especiales en los currículos profesionales-
> sensibilizar a los futuros profesionales sobre los desafíos de la accesibilidad universal, para que puedan implementar prácticas profesionales más inclusivas en el futuro.